Un articulo de Carlos Reyes
Empecinados en entregar recursos públicos a escuelas privadas con el endeble argumento de combatir la desigualdad educativa, los legisladores ahora quieren modificar la Ley General de Educación para legalizar la entrega de un bono para estudiar inglés y computación.
El sueño de campaña del PVEM hecho realidad y el empeño de grupos políticos y sociales que han pugnado desde hace varios años por concretar esta idea que no beneficia en lo absoluto a la educación pública.
El objetivo de otorgar bonos para que los alumnos de bachillerato cursen computación e inglés en escuelas privadas está en su punto más álgido. Detrás de esta iniciativa de reformas a la Ley General de Educación, se encuentra una confrontación legislativa que tiene ya cerca de un año y no termina de resolverse.
El conflicto entre aquellos que han buscado, desde diferentes espacios, como la exención de colegiaturas, la entrega de becas a escuelas particulares en el Distrito Federal y los bonos educativos, minimizar el papel de la enseñanza pública, y aquellos que se oponen a consolidar estas estrategias en detrimento del sistema educativo del país.
Y aunque legisladores de varios partidos se oponen, desde julio de 2010, a que este dictamen prospere y sea aprobado, las fracciones parlamentarias del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Verde Ecologista de México (PVEM) lo han impulsado para que pueda ser avalado lo más pronto posible.
Para los legisladores que rechazan la posibilidad de que esta iniciativa avance al interior del Legislativo, se trata de otro intento, uno más, de privatizar la educación y de esta manera el Estado eluda su compromiso y su deber de otorgar educación de calidad a los jóvenes del país.
En el otro extremo, quienes se encuentran a favor de sacar adelante las reformas al artículo 14 de la Ley General de Educación, y se entregue un bono a aquellos alumnos que estén inscritos en escuelas que no ofrezcan ese servicio, para que lo hagan en academias particulares, plantean la necesidad de cerrar brechas frente a las desigualdades educativas que persisten en el país.
El debate en torno a esta propuesta ha dividido incluso a las propias fracciones parlamentarias, las cuales cuentan con argumentos distintos y muy diversos en torno a ésta, la cual no pudo ser concretada antes de concluir el periodo ordinario de sesiones.
En vez de subsidiar a escuelas privadas, habría que mejorar la infraestructura de las escuelas públicas y capacitar a los maestros en las materias que plantea la Ley General de Educación en sus artículos 14 y 33.
Habría que analizar la propuesta a fondo del PRI y del PVEM, porque a pesar de que no se dan muchos recursos del PIB a la educación pública, todavía pretender dar recursos a las escuelas privadas, esto con el fin de poder adicionar las fracciones IX al artículo 14 y XV al artículo 33 de la Ley General de Educación, en materia de habilidades informáticas e idiomas, en bachillerato.
La verdad de esto creo yo son los tintes políticos que se ven venir para las elecciones del 2012. Este es mi punto de vista, puede que esté equivocada, habría que ver cuales son los beneficios si es que existen, para la sociedad en general.
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